Alto, encorvado, de risa auténtica
Y ojos cansados
Rasgos árabes, dejo chileno
Era como una película, mostraba siempre la dicha que lo acompañaba, evadiendo y ocultando el destino que le esperaba
De pelo blanco ondulado como una nube, nariz en forma de gota
No dejaba tiempo para el arrepentimiento, se mantenía
Digno de ser, ocultaba el dolor, se hacía un hueco en el corazón
Como cada mañana, en un dia de semana
Recorría las mismas calles de Santiago
Se dirigía con prisa a la Calle Monjitas,
878, para trabajar en su negocio, en realidad para disfrutar cada instante
Antes de empezar su trayecto tomaba un café negro, se bañaba,
Cambiaba y peinaba con tremenda paciencia que le caracterizaba
Se acomodaba el cuello aficionadamente, logrando que siempre esté en su posición,
Ni más a la izquierda, ni menos a la derecha
Encaminándose hacia su faena, por las frías calles del centro,
Reflexionaba acerca de como le ira aquella jornada
Cielos despejados, cielos azulados
Lo distraen de esa misma apatía que solía visitar últimamente,
Ahora más frecuentemente
Llegaba, saludaba y entraba a su segundo hogar
El ñick de las llaves y el nock del portón
Anunciaban su llegada al pasaje,
En el que no había cliente alguno que no le respondiera el mensaje
Terminaba el día,noches frías,rígidas
Retorno a casa, sabía que tendría buena compañía
Pasaron los años, las cosas empeoraron
No estaba bien, no se sentia bien
Estoy bien solía decir, esbozando una sonrisa
Que con ella traia una brisa
de preocupación.
Nuevamente , iba al negocio
Ahora en busca de un poco de ocio
Y no habian tantos clientes, como para estar muy diligente
Por lo que mataba el tiempo bromeando con la gente
Se sentía bien,ya que se encontraba acompañado
De es chompa marrón que llevaba a todos lados
Y ese bastón en el que encontraba tanto apoyo,
Rememorando aquel sobrino tan desaparecido
Llegaba del trabajo dejaba el bastón,
Se quitaba la chompa y la dejaba apoyada en el sofá
Se dirigía por una taza de algo caliente para el corazón
La chompa de tonos cálidos, todavía recostada sobre aquel sofá
Y el bastón, en la misma esquina del comedor
Todo permanece igual, nada peculiar
Lo unico que faltaba era esa singular e autentica alma en paz
Que habitaba en ese lugar
Melancolía egoísta, también me invadía
Ya te extraño
Eres un encanto
Un encantador creador de memorias
Que siempre tenía por contar grandes historias
Ya es domingo, hace frío
Ya distingo que no hay porque apresurar,
Ya no es día para trabajar
Permanece en paz, ya que desalojado estas
Único, empático,y apresurado
Alejandro.
-Mariana Chehade